En la era del Big Data, son pocas las empresas ajenas a las ventajas del tratamiento y análisis de grandes volúmenes de datos para extraer conclusiones que les ayuden a tomar mejores decisiones de negocio. Sin embargo, una parte de esos datos no llega nunca a convertirse en información de valor. Es lo que se conoce como Dark Data. Estos “datos oscuros”, procedentes de múltiples fuentes desestructuradas, son recopilados, procesados y almacenados a lo largo de los años durante las actividades habituales de las organizaciones. Lejos de aprovechar todo su potencial para acciones de valor -microsegmentar clientes, optimizar procesos de negocio, aumentar el rendimiento y la vida útil de máquinas y dispositivos, etc.-, las empresas limitan su uso al cumplimiento normativo.
En constante crecimiento, los datos representan uno de los activos más importante para las empresas. Por ello resulta imprescindible explorar el entorno opaco en el que crece Dark Data, que presenta tantos desafíos para las empresas como beneficios. Sin embargo, algunos estudios apuntan a que el 80% de todos los datos almacenados quedan infrautilizados. Abandonar estos datos en un oscuro supone un gran obstáculo para el aprovechamiento real del Big Data porque consume unos recursos en términos de espacio de almacenamiento y de medidas de seguridad, que podrían utilizarse en activos más valiosos.
Las empresas operan en un mundo caótico de datos desordenados que requiere de tecnologías disruptivas capaces de gestionar de forma eficazDark Data y de hacer frente a nuevos desafíos para garantizar la ciberseguridad de las compañías. Para Prodware, encontrar información valiosa en medio de una enorme masa de datos que carece de un sistema de clasificación, de etiquetado y de metadatos adecuado y coherente, representa uno de los mayores frenos para las organizaciones.
Comprender hasta dónde abarca el Dark Data de cada compañía y analizar cómo aprovecharlo son dos de los primeros pasos para lograr un aprovechamiento completo de los datos. Frente a los métodos tradicionales de tratamiento de datos, se están desarrollando nuevos sistemas de clasificación, almacenamiento y analítica más flexibles y seguros que puedan gestionar información compartida en tiempo real a través de múltiples plataformas y dispositivos. Automatizar auditorías periódicas de las bases de datos y establecer protocolos para eliminar datos antiguos e innecesarios ayudará a conservar y organizar la información realmente útil para poder acceder a ella fácilmente cuando sea necesario.
El desarrollo de copias de seguridad inteligente en la nube y los sistemas de encriptación de datos permiten optimizar la inversión en almacenamiento. Los sistemas más modernos realizan copias de seguridad incrementales o diferenciales a partir de una copia inicial. Con ello, se logra que el Dark Data solo se copie una vez y se recicle para cada punto de restauración. Para garantizar una protección completa de la información, el almacenamiento en la nube dispone de tecnologías de encriptación de datos capaces de controlar los accesos y mitigar los riesgos.