La cooperativa aceitera Conde de Benalúa, que agrupa a más de 2.000 agricultores andaluces y que comercializó 12 millones de litros de aceite la temporada 2019/2020 que acaba de terminar, ha anunciado su incorporación a la plataforma blockchain IBM Food Trust (IFT). De esta manera, los consumidores de todo el mundo podrán adquirir con total confianza su aceite, conociendo todos los detalles de su producción.
Conde de Benalúa recibe en su almazara de Granada las aceitunas de los agricultores. Allí, la cosecha es pesada, clasificada y registrada digitalmente. Después la aceituna es tratada para poder extraer el aceite en sus diferentes calidades. Luego pasa por el análisis químico de calidad, pero también por un equipo de catadores que le otorgan el sello de la denominación de origen Montes de Granada si se alcanzan los parámetros requeridos para ello. Finalmente, el aceite es distribuido a los fabricantes y distribuidores.
Los consumidores de todo el mundo podrán adquirir con total confianza su aceite, conociendo todos los detalles de su producción
Conde de Benalúa empezará su andadura en blockchain incorporando el mejor de sus aceites, el extra virgen ecológico, a la cadena de bloques IFT lo que aportará seguridad y transparencia a sus clientes tanto de España como del resto de países donde se comercializa, entre los que se encuentran Italia, Alemania, Suiza y Estados Unidos. El proyecto, que está ya en marcha, está siendo realizado por el partner tecnológico Ibermática y enlazará la red de blockchain con los datos empresariales de Conde de Benalúa.
Gracias a la tecnología blockchain de IBM Food Trust, los consumidores podrán cerrar la brecha de información entre el AOVE que sirve en su mesa y el agricultor que lo cultivó, la almazara, el fabricante y el comercio. IFT reúne a todos los integrantes de la cadena de suministro del aceite, lo cual simplifica el intercambio y el seguimiento de la información y permite generar confianza. Los integrantes de la cadena de suministro pueden trabajar conjuntamente y con mayor confianza, ya que se crea una cadena de transacciones digitalizada y permanente que no puede modificarse.
“El objetivo es que el consumidor sea consciente de todo lo que hay detrás del aceite que utiliza en su cocina a diario y al mismo tiempo sepa distinguir que cuando paga por un buen producto sea verdaderamente el producto que dice ser”, ha comentado Eduardo Valverde Granados, CEO de Conde de Benalúa.
Cada miembro de la red blockchain tiene una copia exacta de los datos, y cualquier información añadida al blockchain se comparte en toda la red en función del nivel de permisos de cada participante. De este modo, los agricultores, mayoristas y minoristas pueden interactuar de manera más eficiente, accediendo a los datos de una manera integral y prácticamente en tiempo real.