El sector energético en España está viviendo un gran proceso de transformación. Mientras que las empresas dedicadas al sector se encuentran en pleno camino hacia un uso de energías verdes, la industria ha tenido que enfrentarse a una subida desorbitada de los precios de los productos energéticos. De acuerdo con el INE, durante 2022, el precio de la electricidad subió un 80%, el de la gasolina un 52%, el del gas butano un 33% y el del gas natural un 12%, una dinámica que ha afectado tanto a las compañías energéticas como a los consumidores, y que se prevé que se mantenga a lo largo de 2023.
Esta subida de precios ha evidenciado la necesidad de un cambio del sistema energético hacia un modelo más sostenible mostrando la vulnerabilidad de Europa en cuanto a la dependencia energética. En ese intento por formar parte de esa transición, el Gobierno de España ha aprobado el Plan Más Seguridad Energética con el objetivo de reducir el consumo de gas entre un 5,1% y un 13,5%, mejorar la autonomía, fomentar el ahorro, elevar las exportaciones energéticas al resto de Europa y promover energías renovables.
La transformación del sistema energético comprende aún más retos para el sector. Siguiendo la Directiva de la Eficiencia Energética de la UE 2018/2020, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2020-2030, establece los objetivos de reducir un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero, que la cuota de energías renovables represente un 32% y que la eficiencia energética mejore en, al menos, un 32,5%. A esto se le suma un compromiso con la ruta establecida en la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP 2050) que permitirá reducir un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero.
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Eficiencia energética
“Para poder llevar a cabo esa transición hacia la eficiencia energética, es imprescindible aprovechar las recientes mejoras que la tecnología y la digitalización nos aportan. Actualmente disponemos de técnicas muy eficientes que nos permiten disponer simultáneamente de datos operacionales y analíticos de todos los ámbitos, evitando las múltiples copias que hasta hace muy poco era imprescindible hacer. En resumen, actualmente, podemos disponer de agilidad combinando información precisa y actual, pero siendo eficientes energéticamente, evitando la redundancia y optimizando el proceso”, afirma Jaume Brunet, sales director para Iberia de Denodo.
En este sentido, Denodo -plataforma de integración, gestión y entrega de datos-, aboga por un modelo basado en la virtualización de datos que, “no solo mejorará la productividad de las empresas energéticas, sino que les ayudará en su camino hacia una transición más verde”.
Virtualización de datos
La transformación digital del sector energético está optimizando el funcionamiento de todas las empresas relacionadas, tanto generadoras como distribuidoras y comercializadoras. La información que se genera dentro de la industria ayuda a las empresas a que puedan tomar las decisiones adecuadas que mejorarán la competitividad y la productividad del sector energético. Analizar los datos en este sector permite proporcionar un suministro seguro, económico y sostenible, de acuerdo a la propia Denodo.
La implantación de una tecnología basada en la virtualización de datos mejora los procesos en las tomas de decisiones de las compañías
Dada la gran cantidad de silos de datos que se generan, para poder realizar ese análisis de la forma más eficiente, resulta necesario que las empresas dispongan de arquitecturas de datos unificadas que permitan a las diferentes áreas implementar rápidamente sus productos de datos mediante la generación de modelos virtuales desde cualquier fuente y formato. Una capa de datos virtual proporciona el acceso a la información asegurando que todos tengan acceso a los datos que necesitan, evitando pérdidas y duplicidades.
La implantación de una tecnología basada en la virtualización de datos mejora los procesos en las tomas de decisiones de las compañías ayudando a descubrir nuevas oportunidades de negocio, minimizando tiempos de despliegue, reduciendo costes, automatizando procesos, mejorando los procesos de compra-venta de energía para generar ofertas que se ajusten mejor al consumo real que hacen los clientes y detectando problemas o procesos ineficientes, pero también propicia el camino hacia una transición rápida y eficaz aportando beneficios para las empresas del sector.
Debido a que la tecnología de virtualización de datos puede combinar datos en tiempo real, incluso a través de fuentes estructuradas, semiestructuradas o sin estructuras, puede admitir análisis en el momento basados en la transmisión de datos o datos basados en sensores. De hecho -prosigue Denodo-, “esta tecnología permite aumentar un 300% la productividad de las compañías, implica una reducción del 80% de uso de recursos, ahorra un 50% de tiempo de integración frente a los sistemas tradicionales y una disminución del 30% de los costes operativos”.