“Donde otros ven la IA generativa reemplazando la creación humana, desde Appian vemos algo completamente diferente. Porque cuando las personas, los procesos y la tecnología están vivos, crean algo mucho mayor que la suma de sus partes. Con el poder de la IA y la automatización de procesos, todos pueden ser creadores. Todos pueden escalar sus ideas globalmente con software para construir un futuro mejor”; toda una declaración de intenciones que engarzó Matt Calkins, el CEO y cofundador de esta firma nacida en los albores del siglo XXI, durante la ceremonia de inauguración de su congreso estrella Appian World 2023.
Hasta San Diego se han desplazado unos 1.500 profesionales, entre grandes clientes, partners, analistas de mercado y periodistas tecnológicos. Todo un despliegue de tecnología y buenas ideas con el que tejer un futuro que empodere a las compañías a la hora de afrontar sus negocios con éxito.
Esta empresa forjada en la minería de procesos y el low code va complementando su plataforma end to end para enriquecer a las compañías en la automatización de procesos y y el desarrollo de aplicaciones. Appian es sinónimo de procesos y así lo recalcó su fundador: “cualquier cosa que necesite hacer con un proceso se puede hacer en nuestra plataforma. Para diseñar un nuevo proceso en una interfaz de código bajo o si desea automatizar un proceso utilizando un conjunto completo de automatización, cuente con nosotros”.
Y en esta ruta de enriquecimiento de su plataforma y, sin duda como puesta de largo durante la sesión general, los dos grandes protagonistas del evento han sido el flamante sistema de Data Fabric que viene marcando récords y la integración de una funcionalidad de IA en toda su órbita de soluciones.
Realmente no puedes escapar de la inteligencia artificial, creemos que tiene que ser fácil para ser valiosa
“Data Fabric es la funcionalidad más exitosa y ampliamente adaptada por nuestros clientes”, enfatiza el directivo, señalando que el 94% ha accedido a ella y se han realizado casi mil millones de operaciones de este producto que destaca por “increíble productividad de ejecución y por aportar valor para sus clientes”. Data Fabric es una base de datos virtual que unifica los silos de datos de las organizaciones. Los datos permanecen en su ubicación, pero la capa virtual permite dirigirse a todas esas fuentes y combinar los datos entre sí y mediante una capa semántica se unifica la arquitectura de datos dispersa.
Una visión práctica de la IA
Appian utiliza IA en toda su arquitectura. “Lo usamos para el diseño de un nuevo proceso y lo usamos para la ejecución de ese proceso. Realmente no puedes escapar de la inteligencia artificial, creemos que tiene que ser fácil para ser valiosa”, afirmó casi en tono filosófico. “No hablamos de IA para vender más acciones, nuestra intención es darle una función que se pueda usar, y estamos pensando en IA de código bajo. Es tan útil como el beneficio práctico que obtienes”. Y su valor dependerá de los datos, datos que deben pertenecer al cliente y nunca al proveedor, un matiz esencial.
Donde la IA alcanza su esplendor es, según el criterio del fundador de Appian, como gran factótum de los procesos. Una comunicación con un cliente es enviada a la IA que analiza la ruta de los datos y lanza el proceso de forma inteligente. Una IA generativa puede escribir el contrato y luego es auditada por el operador para su posterior envío. Incluso puede entender una reclamación hecha a mano y mover la información a la base de datos y permitirle actuar sobre ellos. Y es que la IA puede ser utilizada para ser la gran decisora de los procesos.
“La idea aquí es que usamos una interfaz de código bajo para permitir al cliente seleccionar los datos que desea entrenar por su cuenta. Le proporcionamos el algoritmo que luego lo entrenaremos con su conjunto de datos y tendrá su propio algoritmo interno del que se beneficiará y que no tiene que compartir con nadie más”, con esta argumentación, Calkins apuesta por la ‘IA privada’ en contraposición de la IA pública donde los datos corren a su libre albedrío, aspecto nada conveniente para los negocios.