Tanto la lotería de Navidad como la del Niño despiertan un enorme interés en España, donde son muchos los participantes en estos sorteos que dan una especial importancia al número. La suerte será la que convierta a un número u otro en afortunado, pero el proceso previo de numeración y distribución de los billetes de lotería está muy alejado del azar.   Ciertamente, se trata de una tarea específica que realiza la Fábrica Nacional de Moneda y Tiembre – Real Casa de la Moneda (FNMT-RCM) y que ha evolucionado con el paso del tiempo. Así y como explica el director del Departamento de Timbre de la FNMT-RCM, Ángel Nieto, “desde el año 1940, fecha en la que la FNMT-RCM comienza a fabricar la Lotería Nacional, hasta 1981, la numeración de los billetes se realizaba de forma secuencial con numeradores tipográficos mecánicos”
Este sistema de personalización, que era el que permitía la tecnología existente en ese momento, hacía muy laboriosa la distribución ya que “había que coleccionar manualmente el pedido de cada administración de Lotería”.
Con la informatización de los servicios de Lotería Nacional en 1974 se introducen nuevas técnicas que permiten incrementar la colaboración de la FNMT-RCM y la implementación de un nuevo proceso de personalización. Ya en 1981 se sustituye el antiguo sistema de numeración secuencial y empieza a funcionar un nuevo sistema que personaliza los billetes de forma aleatoria en base a un archivo informático que contiene los números asignados a cada administración de Lotería. “De esta forma”, destaca Nieto, “se agiliza la distribución, que ahora se realiza directamente desde la FNMT-RCM, eliminándose así el proceso manual de preparación de los pedidos”.
Esta evolución también alcanzó al sistema de impresión. Inicialmente, la numeración-personalización de los billetes se realizaba con impresoras matriciales de impacto, que “tenían muchas dificultades en el aseguramiento de la impresión”, recuerda Nieto. En 1991, estas impresoras se sustituyen por otras con tecnología láser del proveedor Siemens Nixdorf, comenzando así la colaboración de la FNMT-RCM con Océ pues “más tarde ésta adquiere la división de impresión de alto rendimiento a Siemens”.
La colaboración entre FNMT-RCM y el departamento técnico de Océ ha sido muy fructífera y ha permitido dar respuesta a los desafíos asociados a la puesta en marcha de nuevos proyectos, entre los que Nieto destaca “el formato de sorteos como el del Jueves, inicialmente denominado Sorteo del Zodíaco, el del Oro de Cruz Roja y los distintos fraccionamientos en papeletas de los billetes del LAE realizados para entidades como Unicef, Arco Iris, etc.”.
En la actualidad, la FNMT-RCM cuenta con varias líneas de producción para el desarrollo de esta actividad. “Tenemos cinco líneas de impresión Océ Vario Stream, dos del modelo 7300 y tres del 7550, todas con sistema electro-fotográfico con tecnología LED, alimentación de papel continuo y con resolución de 240, 300 y 600 ppp.”, detalla Nieto, para apostillar que “la diferencia entre estos dos modelos radica, básicamente, en la velocidad de impresión, pues ambos tienen idénticas características en cuanto a funcionalidad y calidad de impresión”.
Además de los productos citados antes, las impresoras elaboran y personalizan otros efectos, como las etiquetas de autenticidad, las precintas fiscales y un largo etcétera. No obstante y más allá del aspecto tecnológico, fundamental en la fabricación de los billetes de Lotería, el factor humano resulta clave ya que “para poder operar estos equipos, los técnicos y operarios precisan un nivel de cualificación muy alto”.
En el proceso de fabricación de la Lotería intervienen en la actualidad 77 personas de la FNMT-RCM, que realiza una producción anual para Loterías y Apuestas del Estado de 74 millones de billetes repartidos en 104 sorteos; una cifra a la que hay que añadir 11 millones de papeletas correspondientes al Sorteo del Oro de Cruz Roja y 1,9 millones de papeletas de fraccionamiento de los sorteos de Loterías del Estado.
Máxima seguridad
Lógicamente, la seguridad es un aspecto crítico cuando hablamos de lotería y la FNMT-RCM, referente en el sector de la impresión de seguridad, dota a los billetes de lotería con diferentes elementos de seguridad que permiten distinguir fácilmente una falsificación o detectar una manipulación fraudulenta. “El propio papel soporte”, destaca Nieto, “tiene unas características especiales que permiten diferenciarlo de un papel normal”.
Asimismo, continúa el experto, “en el proceso de estampación se incorporan fondos de seguridad, textos codificados e impresiones sólo visibles bajo luz ultravioleta; y, además, el proceso de personalización incorpora nuevos elementos que incrementan la seguridad: la numeración principal, la numeración OCR y el código de barras, entre otros”.
Estas específicas características no sólo permiten diferenciar un billete auténtico del que no lo es, también son una garantía para su poseedor, puesto que hacen posible la identificación de un billete deteriorado por un hecho fortuito. De hecho, apunta Nieto, “es frecuente que al Laboratorio de la FNMT-RCM lleguen billetes para su peritación y en muchos casos el resultado de la misma ha posibilitado el abono del premio correspondiente”.