La nube ha sido y seguirá siendo objetivo de atacantes, bien de forma directa, aprovechando una falla en el propio servicio, o bien mediante aplicaciones de terceros cuyo objetivo oculto es espiar los datos personales.
El caso más importante de robo de datos en la nube ha sido el Celebgate, en el que se publicaron 13 gigas de fotos de cientos de personalidades famosas como Jennifer Lawrence, Avril Lavigne o Kim Kardashian, en las que aparecían en actitud sugerente, ligeras de ropa e incluso desnudas. Un mes después, se filtraron cerca de 200.000 fotografías comprometidas de usuarios anónimos de Snapchat.
El sector que más ataques ha sufrido ha sido el financiero. En verano JP Morgan sufrió uno de los mayores ciberataques de la historia, afectando a 76 millones de personas y 7 millones de pequeñas empresas. Pero no todo son entidades financieras de forma directa, ya que presentan altas medidas de seguridad, así que los atacantes se centran en otros objetivos más “sencillos”. En este caso tenemos el sector retail, como Home Depot, que sufrió un robo de más de 56 millones de números de tarjetas de crédito y 53 millones de correos electrónicos.
Lo interesante para los ciberdelincuentes es hacer dinero con estos ataques, y, si bien no roban números de tarjetas de crédito, pedir un rescate por no publicar la base de datos. Como le pasó a Domino´s Pizza, que pagó 30.000 euros para evitar la publicación de 650.000 datos de clientes.
Por otro lado, el ramsonware ha sido el protagonista de los virus informáticos. Los atacantes encuentran en este tipo de malware una fuente muy lucrativa de ingresos.