Hasta ahora Websense ha tenido escasa presencia en el mercado español. Sin embargo, en los últimos tiempos la compañía, que pertenece al fondo de inversión Vista Equity Partners y que ha pasado de ser un especialista en filtrado de contenidos a dar una solución global de seguridad (Triton), ha dado los pasos para convertirse en un actor relevante en el mercado local.
El encargado de abrir mercado para Websense en España es el italiano Fabiano Finamore, que se estrenó en el cargo en enero de este año. Además, en mayo la compañía firmó con el mayorista Ingecom, firma especializada en seguridad e infraestructura que dirige Javier Modubar.
Emiliano Massa, director de ventas de Websense en el sur de Europa, reconoce que su compañía no ha hecho mucho hasta la fecha en España, pero se ha propuesto convertirse en una primera marca a la altura de 2018. En estos momentos, Websense cuenta con 200 clientes en este país, un grupo formado sobre todo por firmas de seguros, finanzas e industria. Massa dice que, además de ir a nuevas cuentas, uno de los propósitos que contempla es actualizar la tecnología instalada en sus clientes existentes.
Y es que la base de la oferta de Websense hoy es la línea Triton APX, formada por soluciones que unifican seguridad web, móvil, correo electrónico y dispositivos de cliente con el objeto de identificar amenazas persistentes avanzadas (APT), filtraciones de datos o cualquier tipo de malware.
Además, en abril pasado Websense constituyó una joint-venture con el fabricante estadounidense de equipamiento militar Raytheon, una corporación que vende al año tecnología por valor de más de 23.000 millones de dólares y que cuenta con una plantilla de 61.000 empleados.
El objetivo de Raytheon es ganar presencia en el mundo de la ciberseguridad gracias a Websense, mientras que esta última pretende reforzar su catálogo con las tecnologías de analítica y business intelligence de Raytheon, según adelanta Javier Modubar. Fabiano Finamore avanza que durante el próximo año se empezarán a ver las primeras integraciones de tecnología procedentes de una joint-venture que tiene un valor inicial de mercado de más de 2.000 millones de dólares.
