El mundo, sin ninguna duda, habrá cambiado cuando salgamos de la actual pandemia y de los efectos del confinamiento y el distanciamiento social. Hoy debemos, todos nosotros, sobreponernos al pánico y buscar las formas de suavizar la crisis en lo posible preguntándonos: ¿Qué cosas buenas podremos sacar de esto?, ¿qué hábitos romperemos y qué lecciones aprenderemos?
Entre todo este caos estamos viendo surgir, como las flores en primavera, numerosas iniciativas llenas de creatividad e innovación: personas que cantan por los balcones, profesores que tratan de reinventar la forma de dar sus clases, restaurantes que se reconvierten en ‘servicios de comida a domicilio’, entrenadores personales que nos enseñan a seguir en forma dentro de casa, incluso personas que hacen programas de entretenimiento diarios a través de plataformas sociales.
Hay muchos creadores y solucionadores de problemas ahí fuera, y toda esa amabilidad y determinación para seguir viviendo de la manera más conectada que podamos es de lo más reconfortante.
Nosotros, en Information Builders, hemos empezado a teletrabajar desde el principio y, mientras los CIO de todo el mundo lidian con el estrés extra de sus sistemas y redes, no hemos perdido ni un minuto para asegurar que las operaciones de nuestros clientes no se interrumpen y que sus necesidades están completamente cubiertas. Y ellos, nuestros clientes, también están respondiendo de formas innovadoras, como el Sound Credit Union, por ejemplo, cuyo director financiero nos cuenta su perspectiva sobre cómo están usando datos y la analítica para responder al impacto financiero del COVID-19 en las familias. Estamos orgullosos de ser parte de su éxito.
Queremos ayudar a nuestros clientes a ser eficientes y ágiles en estos tiempos extraordinarios. Por ejemplo ofreciendo nuestra capacidad para acceder, integrar y visualizar datos. Con la situación del coronavirus, vemos que existen numerosas fuentes de datos públicos que podrían ser fácilmente integradas con datos empresariales para sanidad y otros sectores. Acceder y conectar esos datos puede servir para la gestión de capital humano, para organizar cuadros de mando de gestión de emergencias o para realizar mapeados que nos indiquen la localización de los empleados.
También ponemos a disposición de los clientes la posibilidad de obtener información (informes, analíticas, cuadros de mando, información basada en los datos…) en la forma en que la necesiten. Así, por ejemplo, si un CIO no quiere colapsar la red, podría distribuir ‘analytics in-document’ vía email con los que los empleados pudieran interactuar incluso cuando están desconectados de la red. Además, por supuesto, que nuestra plataforma esté adaptada para la nube les permite impulsar la innovación en un entorno seguro, sin necesidad de preocuparse por la infraestructura.
Estos últimos días nos han hecho apreciar lo importante que es mantenerse centrado en los grandes objetivos y ser productivos. Esto no solo nos ayuda a mantener a raya la ansiedad, sino que además podemos aprender de ello. Un interesante artículo de McKinsey explica cómo ahora es el momento del CIO para liderar en esta crisis: “un CIO debe comprometerse con unos objetivos de transformación más amplios de lo previsto, como programas sobre datos, cloud o agile. La migración hacia la nube ofrece la flexibilidad requerida para gestionar las actuales necesidades cambiantes de clientes y empleados rápidamente y de manera eficiente en costes. El objetivo de los CIOs es emerger de esto, no habiendo sido capaces solo de ‘capear la crisis’, sino haciéndose más fuertes debido a ella”.
En estos duros momentos en que muchos están sufriendo pérdidas, lo más importante es que todos pongamos de nuestra parte, en el trabajo, en nuestras comunidades y con nuestros amigos y familia, para ayudar en la medida de las posibilidades de cada uno, ya sea con conocimientos técnicos o con apoyo emocional. Por supuesto, también ayudará que todos los que podamos nos quedemos en casa y aportemos nuestro granito de arena para minimizar el impacto de esta pandemia. Y si hay algo seguro es que no vamos a ser los mismos después de esto. Algunas cosas cambiarán por miedo, como el apretón de manos, pero creo que también saldremos reforzados, más conectados unos a otros y al planeta, y listos para construir un nuevo futuro.
