Okta, firma especializada en soluciones de gestión de identidades, acaba de publicar su informe ‘The New Workplace: Re-imagining Work After 2020’, que analiza los desafíos tecnológicos y culturales a los que se enfrentan los trabajadores europeos. Realizada por YouGov entre abril y mayo de 2020, con la participación de 6.000 personas que trabajan en oficinas en Francia, Alemania, los Países Bajos y el Reino Unido, el estudio también incluye sugerencias para ayudar a las empresas a superar la crisis.
Al obligar a millones de personas a trabajar desde casa, la pandemia ha llevado la adopción del teletrabajo a unos niveles sin precedentes. Para algunos, esta nueva forma de trabajar ha significado una auténtica mejora: menos desplazamientos diarios, menos viajes, menos distracciones y una mejor conciliación laboral y familiar. Para los trabajadores ha sido también un auténtico descubrimiento, pues muchos de ellos (55% UK, 59% FR, 59% D y 48% NL) hasta ahora nunca habían tenido la oportunidad de trabajar en remoto.
Índice de temas
Aumento de la productividad en el hogar
Antes de la pandemia un tercio de los encuestados del Reino Unido se consideraban muy productivos, un 34% bastante productivo, mientras que sólo el 14% de los encuestados reconocían ser poco o nada productivos. ¿Cuál es la situación ahora? Si bien algunos podían esperar una caída en picado de la productividad debido a la creencia tradicional de que la falta de supervisión es vista como una excusa para trabajar poco, la mayoría de los encuestados creen que la imagen ahora es muy distinta, con el 64% de los británicos, el 71% de los franceses, el 66% de los alemanes y el 68% de los holandeses pensando que los niveles de productividad han mejorado
Solo el 31% de los empleados del Reino Unido encuestados reconocieron que sus niveles de productividad se habían visto afectados negativamente, probablemente debido a la falta de preparación para el trabajo a distancia en su empresa. Este golpe a la productividad se ha sentido aún menos en toda Europa. Una quinta parte de los encuestados en Francia y Alemania dijeron que habían visto caer sus niveles de productividad desde la pandemia, junto con apenas un 17% de los empleados en los Países Bajos, probablemente debido al hecho de que en los Países Bajos están más acostumbrados a un entorno de trabajo remoto.
El 62% de los alemanes -donde los desplazamientos al trabajo pueden ser a menudo largos y complejos- dijeron que estaban trabajando más debido a la mayor disponibilidad de tiempo
Naturalmente, los beneficios de trabajar desde casa estaban igual de extendidos; el 62% de los alemanes -donde los desplazamientos al trabajo pueden ser a menudo largos y complejos- dijeron que estaban trabajando más debido a la mayor disponibilidad de tiempo, mientras que el 54% de los de los Países Bajos -donde las oficinas suelen estar sobrecargadas y mal ventiladas- citaron menos distracciones como el mayor impulso a su productividad.
La seguridad empieza en la confianza
Desde el comienzo de la pandemia COVID-19, empresas de todo el mundo han informado de un preocupante incremento en los incidentes de ciberseguridad: un aumento en los intentos de phishing para aprovecharse de la crisis, de los ataques a través de ransomware o DDoS… Este escenario de amenazas, en permanente evolución, se vuelve más preocupante con plantillas enteras trabajando en remoto, ya que los dispositivos utilizados por los trabajadores para conectarse a los entornos corporativos son más vulnerables cuando se usan fuera de la empresa.
Según Okta, solo una cuarta parte de los encuestados franceses cree que las medidas de seguridad adoptadas por sus empresas para protegerlos de los ciberataques son satisfactorias. En el Reino Unido la cifra sube hasta el 32%. Sin embargo, la confianza de alemanes y holandeses cae hasta el 18%.
Un futuro combinado
Los datos del estudio de Okta sugieren que el trabajo a distancia aumentará su popularidad incluso después de que el distanciamiento físico se vea relajado: solo el 24% de los encuestados del Reino Unido dijo que quería volver a la oficina a tiempo completo, frente al 33% de franceses, 30% de alemanes y 33% de los holandeses.
Aunque los resultados del estudio han variado según el país, los resultados son similares en cuanto a lo que la gente quiere. A la mayoría de los trabajadores le gustaría un arreglo flexible en el que pudiera trabajar desde su casa a tiempo parcial. De todos los encuestados, en todo el Reino Unido y Europa, el 35% dijo que preferiría esta forma de trabajo en el futuro.
Nunca vamos a volver a la normalidad tal y como la conocemos, sobre todo en lo que se refiere a la forma de trabajar
Incluso en un futuro flexible, no estamos dispuestos a renunciar completamente a los beneficios de los entornos de oficina. En el Reino Unido, más de la mitad de los empleados (57%) dicen extrañar las conversaciones en persona con sus compañeros de trabajo, un número parecido al alemán (46%) y al holandés (49%). En Francia, el 9% dice que si algo echan en falta son las reuniones personales. Y algo que también añora el 10% de los británicos son los extras que algunas empresas ofrecen, como comida y bebida gratis o clases de fitness.
“Por muy desafiante que sea el futuro una cosa está clara: nunca vamos a volver a la normalidad tal y como la conocemos, sobre todo en lo que se refiere a la forma de trabajar. Una fuerza de trabajo más ágil y flexible es el futuro, y traerá consigo grandes beneficios desde una perspectiva cultural y económica”, dice Jesper Frederiksen, General Manager EMEA de Okta. “Las empresas deberían considerar la introducción de un sistema combinado dinámico de trabajo en la oficina y a distancia, lo que significa que pueden reevaluar el espacio de oficina tradicional y al mismo tiempo proporcionar a los empleados beneficios similares, flexibilidad y entornos de trabajo en el lugar que mejor se adapte a sus necesidades”.