La urgente necesidad de que una gran parte de los empleados de las organizaciones trabajen en remoto ha obligado a los directores de tecnología y seguridad a adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad del teletrabajo a una escala y velocidad sin precedentes. Hacer que las defensas sean más seguras es ahora un requisito esencial para proteger a las empresas de los ciberataques y una de las prioridades a nivel tecnológico de cara al próximo año.
Los ataques de phishing han penetrado las barreras de entidades gubernamentales mientras que malware y ransomware han infectado las redes internas de las empresas de telecomunicaciones más importantes de España
Este desafío es especialmente complejo en España y Portugal. Ambos países registraron importantes fallos de seguridad en los últimos meses. Los ataques de phishing han penetrado las barreras de entidades gubernamentales mientras que malware y ransomware han infectado las redes internas de las empresas de telecomunicaciones más importantes de España. Algunos clubes deportivos profesionales han sufrido violaciones de la seguridad de sus datos a gran escala y varias entidades financieras han sufrido ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), por citar solo algunos. La ciberdelincuencia ha afectado tanto a las operaciones como dañado la percepción pública de las organizaciones de España y Portugal, daño que se puede traducir en millones de dólares en pérdidas.
En nuestro trabajo con equipos de ciberseguridad en España y Portugal hemos identificado cuatro dimensiones para aumentar las ciberdefensas durante este periodo disruptivo de alto riesgo: personal, tecnología, proceso y estrategia.