Las entidades bancarias están cada día más concienciadas, e incluyen la gestión del fraude como una de sus prioridades, dedicando cada vez más inversión a este aspecto. Según un reciente informe de Gartner, en el año 2020 el 60% del presupuesto de los Sistemas de Información se dedicará a políticas de detección rápida y respuesta ante incidentes de seguridad. Para enfrentarse a este problema, es necesario contar con una adecuada estrategia de seguridad que no solo involucre a un buen equipo de profesionales especializados, sino también será clave disponer de las más novedosas soluciones tecnológicas en materia de Ciberseguridad, o de alianzas con socios tecnológicos expertos que proporcionen los mejores servicios y que permitan proteger a sus compañías de estas amenazas.
Ante esta problemática, GMV aúna Big Data, Inteligencia Artificial y Machine Learning, junto con su amplio expertise en Ciberseguridad, para combatir el fraude apoyándose en 4 pilares básicos: proactividad, agilidad, recursos y tecnología.
Por lo general, en materia de fraude, las organizaciones responden ante un incidente intentando resolver la situación y adaptando sus sistemas para que no vuelva a ocurrir, una posición reactiva. No obstante, GMV va más allá y apuesta por una aproximación proactiva y reactiva, abordando el fraude bancario en todas sus formas: adelantándose al fraude, identificando una estrategia operativa, protegiendo los activos, detectando el fraude cuando sucede y respondiendo ante el mismo. Un ejemplo de ello es el ‘SIEM de Nueva Generación’, una solución desarrollada por GMV y que dota a la empresa de una capacidad predictiva de eventos que pueden comprometer la seguridad de una organización. No excluye ni reemplaza a los SIEM (Security Information and Event Management) que encontramos actualmente en el mercado, sino que los complementa con capacidades predictivas y analíticas avanzadas.
Una respuesta rápida es crucial.
La agilidad es otro punto esencial. Los defraudadores cada vez utilizan métodos más sofisticados y es crucial dar una respuesta lo más rápida posible. No solo en la parte de detección, sino también en las de protección, respuesta y recuperación. Lo cierto es que la agilidad en la respuesta solo es posible con equipos multidisciplinares y la más alta tecnología, lo que nos lleva a los otros dos pilares anteriormente mencionados en los que se basa la estrategia de GMV: recursos y tecnología. En concreto, GMV cuenta con un grupo de expertos en fraude y Ciberseguridad que dispone de sistemas de backoffice para determinar, caracterizar y combatir el fraude, además de herramientas específicas para cada tipo de fraude. En definitiva, GMV considera la agilidad en los procesos una pieza fundamental de su oferta: capacidad rápida de respuesta, pero también de adaptación a un medio en constante cambio, con nuevos tipos de fraude, actores y tecnologías.
Los incidentes, dependiendo de cómo son tratados, pueden aumentar el valor de una organización o bien deteriorarla de forma considerable si se materializan y no están bien gestionados. Con el paso del tiempo, los cibercriminales inventan métodos de ataque cada vez más sofisticados. Por eso es importante que los bancos cuenten con socios tecnológicos como GMV, que lleva muchos años trabajando con las principales entidades bancarias de todo el mundo, poniendo a disposición de sus clientes la más alta y avanzada tecnología para que cuenten con las medidas de prevención más adecuadas, evitándoles posibles riesgos.