Mientras en España los nuevos medios de pago se abren paso en un mercado todavía marcado por eluso mayoritariodel efectivo, las tarjetas débido y crédito y las transferencias, la compañía de seguridad informática Digiware informó que el sector financiero pasó del segundo al primer puesto en cuanto a ciberataques en Latinoamérica, lo que afecta directamente la confianza de los consumidores en el uso de medios de pago como tarjetas virtuales, contactless, aplicaciones móviles y pagos con móvil, entre otros.
El registro va en 6.000.000 de ataques al día, lo que equivale a un aumento del 75% en comparación con el año pasado. En el estudio, publicado en varios medios en países como Colombia y Perú, Fabián Zambrano, Director DigiSOC de Digiware afirma que gracias al aumento en el uso de dispositivos móviles para transacciones financieras han convertido al sector financiero en un blanco de ciberataques. Así, la presión no la reciben únicamente los bancos y demás entidades financieras, sino también las grandes compañías de sistemas operativos para móviles que deben prestar especial atención a las vulnerabilidades de los dispositivos móviles.
Mientras en Latinoamérica el panorama para los nuevos medios de pago no es tan favorecedor, en España, según datos del primer Estudio sobre la Confianza de los Españoles en las Compras Online hecho por Confianza Online y Showroomprive, los españoles confían más en el comercio electrónico ahora que hace cinco años, lo que demuestra no solo la buena salud del sector, sino también el auge de métodos de pago que le permiten a los consumidores hacer compras de manera segura, y cuyo éxito se atribuye principalmente a la ausencia de conflictividad, es decir, a que la mayoría de compras y transacciones realizadas resultan siendo exitosas.
Gracias al aumento en la confianza de las transacciones online, entidades como el Boletín Oficial del Estado (BOE), con más de 350 años de historia, entrará a competir con gigantes como eBay o webs del mercado inmobiliario como idealista.com subastando pisos, mansiones, coches, juguetes, yates y otros objetos de lujos como parte de una estrategia de liquidación de bienes de personas físicas y jurídicas. Ejemplificando así, que la era digital es un hecho y la necesidad de adaptarse a ella es cada vez más grande; con la esperanza de que en un futuro no muy lejano, las diferentes entidades financieras y comerciales, puedan ofrecer la mayor seguridad para los usuarios.
