Bill Gates deja su puesto ejecutivo a tiempo completo en Microsoft, que co-fundó con su querido amigo de la infancia, Paul Allen, en 1975, para dedicarse a su nueva misión filantrópica en la fundación que lleva su nombre y el de su esposa, Bill & Melinda Gates Foundation, que además también es la mayor beneficencia del mundo gracias, en parte, a su vasta fortuna personal, estimada por la revista Forbes en 58.000 millones de dólares.
El campus de Redmond ha sido el escenario elegido para esta despedida en la que Gates reunió a todos sus trabajadores ante los cuales declaró con lágrimas en los ojos que, “no habrá un sólo día en mi vida en que no piense en Microsoft y las grandes cosas que está haciendo y queriendo hacer para ayudar”. Igualmente, Steve Ballmer, compañero de clase de Gates en sus tiempos de Harvard que entró en la compañía a petición de él, también se emocionó cuando intentó describir el impacto que ha tenido Bill Gates en la compañía y en la sociedad en general. “No hay modo de dar las gracias a Bill. Bill, el fundador. Bill, el líder. Se nos ha dado una enorme, enorme oportunidad y fue Bill quien nos dio esa oportunidad”, señaló Ballmer.
No obstante, Bill Gates no se desliga completamente de su imperio, aunque ahora deja atrás el trabajo de toda una vida; ahora será presidente no ejecutivo del Consejo de Administración a tiempo partido, trabajando incluso en proyectos especiales de tecnología, pero consagrando su energía a encontrar nuevas vacunas o microfinanciar iniciativas que ayuden al mundo subdesarrollado.
Adiós, Bill Gates
Bill Gates ha dicho un triste adiós a Microsoft, el fabricante de software que convirtió en la compañía de tecnología más grande del mundo en su ambicioso sueño de colocar un ordenador en cada hogar.
Publicado el 30 Jun 2008
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