Liferay DXP incorpora importantes mejoras en su tecnología para potenciar sus capacidades modulares y de compatibilidad con entornos cloud. Este enfoque favorece que puedan desplegarse aplicaciones con sencillez en un PaaS.
“En la actualidad, muchas empresas migran a la nube porque prefierenrealizar una gestión diferente de los recursos de la infraestructura que utilizan, o porque necesitan escalar, o porque no pueden permitirse caídas, o simplemente porque perciben que el negocio se mueve más rápido que la tecnología”, explica Carolina Moreno, directora general de Liferay para el Sur de Europa. “Las soluciones de plataforma como servicio ayudan a las empresas a ajustar costes de operación en determinadasáreas de acuerdo con sus necesidades: una mayor productividad en el desarrollo, un despliegue más rápido y mayor escalabilidad, flexibilidad y disponibilidad”.
Liferay DXP ofrece a cualquier negocio digital el despliegue tanto on-premise como en infraestructuras cloud. Contar con una plataforma lista para la nube no fuerza a seguir una estrategia concreta de despliegue aunque sí facilita aprovechar futuras oportunidades basadas en servicios en la nube y mejora el aprovisionamiento con dimensionamiento elástico. Con el soporte para PaaS, se añade el middleware necesario para el despliegue de aplicaciones web, incluyendo el manejo de contenedores con aplicaciones y objetos que se pueden “portar” entre diferentes infraestructuras y entornos. Liferay DXP es ahora compatible con los principales entornos PaaS, tales como CloudFoundry, BlueMix u Openshift, con la posibilidad de desplegar la infraestructura en entornos de nube privada o nube pública.
Por otro lado, Liferay DXP utiliza la tecnología OSGi (Open Services Gateway initiative), que permite construir aplicaciones innovadoras para el mundo digital con un diseño modular, facilitando y acelerando la incorporación de nuevas características, extensiones y personalizaciones. El uso de la tecnología OSGi como marco de modularidad permite utilizar microservicios que dinamizan el entorno y aportan la capacidad de compartir componentes de negocio entre los diferentes elementos desplegables.
“La modularidad facilita paralelizar desarrollos y despliegues así como reducir los costes de mantenimiento, mejorando la eficiencia y la productividad en el desarrollo –explica Jorge Ferrer, vicepresidente de Ingeniería–. Gracias a ello se reduce el ‘time to market’ con una entrega más rápida de nuevos productos, mejorando los ciclos de innovación y la respuesta ante las necesidades cambiantes del negocio”.